viernes, 2 de diciembre de 2011

SHAKESPEARE. "Romeo y Julieta" (fragmento para comentario)

Romeo y Julieta, por John Francis Rigaud

ACTO III. ESCENA V


     ROMEO Y JULIETA en el balcón.

JULIETA
¿Has de partir ya? Aún está el alba lejos.
El ruiseñor era, y no la alondra, la que penetró
el fondo temeroso de tu oído.
Canta todas las noches en aquel granado.
Créeme, amor mío, era el ruiseñor.

ROMEO
Era la alondra, que ya anuncia el alba.
No el ruiseñor. Mira la luz envidiosa cómo enhebra
nubes deshechas en Oriente. Las luces de la noche
se han extinguido. Asoma el día feliz y avanza de puntillas
por las brumosas cumbres de los montes.
Debo irme y vivir, o aquí esperar la muerte.

JULIETA
Aquella luz a lo lejos, lo sé, aún no es el alba
sino retazos del sol que se desprenden
para que sean tu antorcha en medio de la oscuridad,
y llenen de luz tu camino hasta Mantua.
Quédate, pues. ¿Por qué marcharte ahora?

ROMEO
Sea yo prisionero. Denme ahora la muerte,
que no hay más felicidad que servir tu deseo:
diré que aquella luz confusa no es el iris
del alba, sino un tenue reflejo de la frente de Cintia [diosa de la Luna].
Diré que no es la alondra la que rasga
con su canto la bóveda del cielo,
y que deseo permanecer, y no quiero dejarte.
Ven, ven, muerte: yo te saludo. Así ordena Julieta.
Hablemos, amor mío, que el día duerme aún.

JULIETA
No, no duerme. Vete, que ya despierta.
Huye, que es un canto de alondra, discordante;
que son ásperas disonancias que resuenan agudas.
¿Quién dijo que la alondra separa, dulce, sus trinos?
¿Puede llamarse dulce aquello que me aparte de ti?
Otros dicen que con el sapo los ojos intercambia.
El acento quisiera yo que me hubiese intercambiado,
puesto que así destruye nuestro abrazo esa voz,
arrancándote de mi lado con el canto de albada.
Mas vete, vete ya. Que, ligera, se aproxima la luz.

ROMEO
Luz, más y más luz... más y más negro es nuestro pesar.